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martes, 4 de noviembre de 2014

Los ladrones vuelven a la oficina










Puede que no suene muy modesto, pero es justo reconocer que una vez más este medio ha conseguido hacerse con una de las exclusivas más importantes del año, ¡muérete de envidia Pedro J. and company (o ex-company)!



Gracias a la colaboración de un grupo de confidentes que desarrollan su labor en las oficinas centrales del PP, hemos podido averiguar que el equipo de Mariano Rajoy está preparando un plan para acabar de una vez por todas con la corrupción en su partido. Por respeto y prudencia ante posibles represalias vamos a mantener en el anonimato a nuestros tres confidentes, aunque, como de bien nacido es ser agradecido, no queremos cerrar el párrafo de entrada sin ofrecerles a Jose Luís García Nonadado (de recepción), Antonio Lamuela Mesaca(Secretaría de eventos) y Ana  Pordi Oslodigo (Mantenimiento del edificio) nuestro más sincero agradecimiento. ¡Muchas gracias chicos, y no os preocupéis, en este medio somos muy serios y jamás revelaremos nuestras fuentes.





La conversación que vamos a transcribir a continuación tuvo lugar esta misma semana durante la reunión de urgencia que el Presidente de España convocó en la sede de su partido tras conocer los resultados de las últimas encuestas electorales. En un alarde de talento e inmediatez sin parangón, Don Mariano, alias el cadáver andante (mote éste que circula a sus espaldas entre sus más íntimos colaboradores), expuso una revelación surgida en la madrugada de la noche anterior.



Como siempre ocurre con las ideas más brillantes, el señor barbudo y Gallego recibió la visita de las Musas en el momento más inesperado, justo cuando sus parpados acababan de claudicar ante Morfeo entre sábanas de seda y páginas del Marca (¡Qué gran costumbre española  la de la lectura reposada e intelectual antes de dormir!) Pues bien, fue en ese mismo instante cuando el Presidente dio un respingo tan brutal que, sin saber cómo, se encontró a sí mismo incorporado en el lecho y susurrando el titular de su gran idea: “La oficina anticorrupción”. 


Lo más difícil ya estaba hecho, ahora solo tenía que desarrollar algunos detalles con su equipo y poner en práctica este regalo del cielo que a buen seguro supondría un vuelco a su favor en las encuestas. … o eso pensaba él.







El día siguiente. Despacho del presidente.



Toc, toc



Cospe - ¿Se puede, Presidente?


Mariano- Pasa Marilola, y dile a los demás que entren también.

Entran al despacho Arenas, Cospedal, Montoro, Soraya, Mato y un niño con pinta de pijo redomado.

Mariano- ¿Y el resto, donde coño están? Dije que era una reunión importante y quería que acudierais todos.


Arenas- Es que tu despacho sa quedao chico, picha. Aquí no cabemos má.


Mariano- Tienes razón Javi, habrá que hacer otra reformilla, ¿Quién lleva ahora lo de la caja B?

Todos comenzaron a silbar


Mariano- Bueno, ya veo que no estamos muy colaboradores. Vamos a dejar las obras para más adelante y centrémonos en lo que nos ha traído aquí, sentaos.


Nico- ¿Te importa si nos hacemos una foto antes de empezar, es para mi facebook?


Mariano- Ahora no, niño. Tú vete a esa esquina y juega con el puzle que se dejó el otro día La Botellita, está a medio hacer.


Nico- Jooooo, es un rollo, solo tiene tres piezas, y además ¡yo quiero estar con los mayores!


Arenas se levanta y le suelta un guantazo en la trasera de la testa que lo manda directamente a la esquina.


Arenas- ¡y la polla el niño! ¡Tú te pones donde te diga el jefe… o donde te diga Mariano que, por el momento, para el caso es igual.


Mariano- Gracias Javi.


Montoro- Perdona Presi pero si no te importa comenzamos ya, tengo un poco de prisa porque estamos terminando de perfilar un ligero repunte en los tramos de imposición de gravamen sobre la población que ostenta cargo de beneficio medio.


Mariano- (con las cejas pegadas al techo) …¿eeeeeeeeeeehhhhhhhh, qué cualo…?


Soraya- Subida de impuestos para los currelas, Mister.


Mariano- ¡Subida de impuestos! ¿pero no me habías prometido que los bajaríamos?


Montoro- Y así será (en ese momento comenzó a crecerle la protuberancia que sostiene la parte central de las gafas)


Mariano- ¿Entonces no hay “ligero repunte”?


Montoro- Sí, eso sí, pero de subir los impuestos nada (Y crecía más y más)


Mariano- …eeehhhh…bueno, da igual, haz lo que te salga de los cojones porque nunca entiendo lo que dices.


Mato- Ni tú ni nadie.


Montoro- Tú mejor calladita, no sea que me ponga a rastrear entre Jaguar y confetis


Mariano- Bueno, ¡ya está bien! (y queriendo imponerse ante sus lacayos, asesto un violento golpe con la diestra sobre la mesa)(algo a lo que no está muy acostumbrado)





Una hora después. Mariano prosigue la reunión con la mano derecha enyesada.



Mariano- El plan es el siguiente. Vamos a crear una oficina interna para atajar y eliminar los problemas de corrupción que están llevando al partido a la ruina.

Aplausos generales.



Mariano- No vamos a consentir ni un gramo de corrupción en nuestras filas. Seremos tajantes y constantes con este tema.


Cospe- … pero, Mariano, ¿con carácter retroactivo?... porque te recuerdo que en Castilla la Mancha la campaña fue…


Mariano- Bla, bla, bla… lo pasado, pasado. Bien es cierto que quizás, es posible, a lo mejor, puede que de una forma inocente, inconsciente, sin mala fe, nos hayamos confundido un poquito con eso de las financiaciones y tal… pero, lo que no vamos a consentir de ninguna forma es la corrupción.


Mato- …hombre, yo lo de la Gurtel… que quieres que te diga… yo no sabía nada de…


Mariano- Nada, nada,  Ana, no te disculpes. Eso son tonterías. ¿Cómo ibas a saber tú que los lujos que alguien pagaba y que no procedían de tus cuentas corrientes estaban siendo financiados por esa gentuza?... Tú has sido una víctima, Ana, igual que nosotros. Te fías de la buena voluntad de la gente… y luego pasa lo que pasa. Pero, ya te digo, no te preocupes por esas minucias. Eso sí, lo que no vamos a consentir de ninguna forma es la corrupción.


Montoro- Presi, ¿y con los de las amnistías qué hacemos?  Sabes tan bien como yo que quien no cumple con hacienda y es perdonado seguramente volverá a…


Mariano- Ni mucho menos Cristobalillo. Esa gente de la que hablas es la que está creando riqueza en nuestro país. La que se parte los cuernos día a día por crear minijobs para nuestros jóvenes y adultos… que de vez en cuando sacan algún dinerillo fuera de España…hombreeeeeee… ¿a quién no le gusta tener unos ahorrillos por si surge un imprevisto?. No, no, no, de ninguna manera. Esta gente es nuestra gente, la generadora de empleo, y no la podemos asustar. Pero, una cosa te digo, eso sí, lo que no vamos a consentir de ninguna forma es la corrupción.


Soraya- Veras Presi, yo no quiero aguarte la fiesta, pero si empezamos a sacar los trapos sucios que tenemos en los ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas…


Mariano- ¡¿Trapos sucios?!... ¡qué disparate!  Nosotros no tenemos eso que usted dice que tenemos, salvo alguna cosa, quizás. No vamos a ir a por todos esos compañeros que se han partido los huevos por defender este gran país desde las instituciones….que sí, que ya sé que algunos asuntillos han sido un poco raros en eso de las concesiones y los regalitos para acá y para allá, pero, tampoco generalicemos. Seguramente, un veinte o treinta por ciento de la actividad que han desarrollado durante todos estos años ha sido correcta… o no del todo incorrecta… o cuanto menos, si algo se han llevado, a lo mejor no ha sido mucho… en fin, que no, que ni hablar del peluquín, que estos son nuestros compañeros y amigos, y a esos no se les toca. Pero también te digo una cosa, eso sí, lo que no vamos a consentir de ninguna forma es la corrupción.





Unas horas después Mariano estaba nuevamente en el lecho, vencido física y mentalmente tras debatir con su equipo el plan estrella para vencer en las próximas elecciones.  Con los parpados a media asta, con el Marca resbalando entre sus manos y entrando ya en el palacio de los sueños felices… las Musas volvieron a visitarle. Esta vez su mensaje fue mucho más claro y rotundo que el de la noche anterior. Las Musas se pusieron frente a él para gritar al unísono: “¡¡¡Tú eres gilipollas!!!”


viernes, 24 de octubre de 2014

Pobre Nicolas




Mucha tinta se ha derrochado ya para analizar las andanzas del pequeño Nicolás, demasiada para un personaje tan chapucero.

Y mientras pienso esto, me descubro golpeando teclas con la imagen del pijillo de moda en la cabeza, tratando de encontrar aquello que aún no se ha dicho sobre este fenómeno tan creciente como, posiblemente, efímero, y la verdad, seré sincero esta vez, pero no se me acostumbren, no tengo nada novedoso que añadir.


No me interesa especialmente su figura, tiene la pinta de ser un aspirante a psicópata que corre el peligro de quedarse en nada. No es que sea tonto o carezca de habilidades, más al contrario, el chico tiene cierto talento, pero ha tenido mala suerte, muy mala.


De haber nacido unos años antes, ahora estaríamos ante un miembro más del poder español. Y es que tiempo atrás el corrupto, el timador profesional y el arribista de alta clase se movían en circunstancias distintas a las actuales. Había que practicar un poco de contención para sobrevivir en ese mar de tiburones que es el entramado de corrupción nacional en el que se ha ido convirtiendo España. 


Uno podía robar o estafar, faltaría más, pero no estaba permitida la ostentación exagerada bajo pena de exilio en el paraíso de los podridos éticos. 


Cuando uno nada en aguas tan pantanosas ha de tener muy presente que la invisibilidad es una cualidad indispensable para no ser devorado por tus propios compañeros, ansiosos ellos de que muestres el más mínimo signo de debilidad para lanzarse sobre tu yugular y sacarte del juego. ¡Más pastel para ellos!


Nicolas quería jugar, tenia cualidades para hacerlo y buen ojo para elegir maestros. Se arrimaba con talento a algunos de los mejores falsarios de nuestra sociedad. Les hablaba en su mismo idioma y recibía golpecitos en el lomo a modo de agradecimiento, ¡buen chico!, ¡buen chico!... pero le faltó paciencia.



La década del 2010 al 2020 será posiblemente recordada como aquella en la que comenzaron a caer las máscaras. Y Nicolas es una víctima de estos tiempos en los que el malnacido ha decidido arrancarse la careta porque ya no le basta con controlarte en la sombra, ahora necesita regodearse en ello. Son los estertores del gen de señorito andaluz que algunos portan desde hace decenas de años y al cual se resisten a abandonar. 


Posiblemente el chiquillo pensó: “si Ana Mato puede ser Ministra, Aznar, Zapatero y Rajoy presidentes del Gobierno, Letizia reina, Eduardo Inda periodista famoso y Cañete comisario europeo de Medio Ambiente, ¿Cómo no voy yo a ser capaz de quedarme con el personal y vivir del cuento?


Y razón no le falta, pero insisto, Nicolas, pobre diablillo, has escogido bien el “cómo” pero mal el “cuando”.


Todavía le queda un último reducto a dónde acudir para aliviar esas ganas tremendas que tiene de convertirse en un hijo de la gran puta profesional. Los espacios que las televisiones españolas dedican a la carroña, es decir, un sesenta- setenta por ciento de toda la programación, estarán encantados con la idea de recibir en plató a tan ilustre Nadie para acribillarlo con preguntas de alto nivel intelectual, tipo ¿Qué clase de meretrices gustan a fulanito o menganito? O esa tan bonita de ¿es el rey tan campechano como parece? 

 En fin, un asco, así que Nicolasillo, no desesperes que algo de tarta, en estado de descomposición, eso sí, todavía te podrás zampar.


 

Pero no quisiera finalizar así, cargando contra este “pobre chaval”, sin recordarle a toda esa banda de hienas desmemoriadas que pululaban a su alrededor recibiendo u otorgándole favores, que, por mucho que ahora nieguen conocerle, ellos han sido la clave para que el fenómeno de Nicolas pueda convertirse en realidad. Es imposible que esto hubiese ocurrido en un sistema que no está corrompido de arriba abajo. Habría saltado la liebre a las primeras de cambio. Y sin embargo, el pijillo ha llegado tan alto porque era parte de las alcantarillas del sistema. Lo triste, es que gran parte del sistema es ahora mismo una alcantarilla en sí mismo.


Puede tomarse a chufla, pero este tema no tiene ninguna gracia. Nicolas es la evidencia de nuestras miserias como país. Su aparición en escena abre muchas preguntas:


•    ¿Quién le otorgó escolta? ¿Y por qué?
•    ¿Qué hacía junto al rey? ¿Quién lo llevó allí? ¿Por qué?
•    ¿Qué hacía en FAES en la mesa de Aznar?
•    ¿Por qué Arturo Fernandez, el de la patronal madrileña, le dio permiso para decir por ahí que era familiar suyo?

•    Etc, etc,  etc



miércoles, 1 de octubre de 2014

Pinocho Montoro




El Ministro Montoro, ese que aparece de cuando en cuando en los informativos para decir algo que más tarde negará, apelando a la falta de entendimiento que hacia sus sabias palabras tienen el común de los mortales, incluyendo a sus colegas parlamentarios (excepto a los de su propia secta), ese, como decía, señor que quiere convencernos de que perdonar a los que defraudan mucho a la Hacienda no es una amnistía sino una regulación, supongo que en diferido, ese maestro del disfraz que igual trabaja como ministro de hacienda o como asesor para burlarla, ese que descabezó el departamento de inspectores de la Agencia Tributaria al tiempo que decía ser implacable con los defraudadores… en fin, mejor no seguir… Bueno, pues ese tipo tan íntegro y creíble ha presentado  los presupuestos del estado para el próximo año. Y la verdad, el tipo tiene los cojones tan gordos y lustrosos que no ha tenido más remedio que bautizarlos como: ….¡¡¡ Chan ta ta chan!!!  “Los presupuestos de la consolidación”.


 

Las previsiones del gobierno para la elaboración del Presupuesto están basadas en conjeturas que, según muchos analistas, no se van a cumplir. Es muy probable que nos encaminemos hacia un tercer pico de recesión en la zona euro y eso es incompatible con las perspectivas de crecimiento que tienen los esbirros de Rajoy.

 

 Pero ese no es el problema, uno puede errar en los cálculos por diversos motivos, la economía es fácil de analizar a toro pasado pero complicada de pronosticar.  Lo perverso en este caso es que lo saben. Son conscientes del frenazo que va a volver a sufrir la economía, que de hecho ya está frenando, pero están dispuestos a montar el circo para ganar como sea las elecciones. Después llegarán con una tijera del tamaño de la torre Eiffel y nos dirán que las circunstancias le obligan a cambiar de estrategia  ¿Les suena la historia?


 

De todas formas, como hoy me he levantado con la credulidad alta, vamos a hacer un ejercicio de estupidez reincidente, creámonos las previsiones del gobierno y veamos algunos datos de los presupuestos.

1-    Las pensiones suben  el 0.25, es decir, el mínimo. Con la pérdida de poder adquisitivo acumulada por los pensionistas durante los últimos años, esto supone un “sigue apretándote el cinturón otro añito, majete”.  ¿Pero no estábamos en recuperación?

2-    Se destina un 15% menos a las prestaciones por desempleo. Esto no tiene ninguna importancia ya que en España vamos sobrados de empleo y quien no trabaja es porque no quiere.


3-    La deuda pública supera el 100% del PIB. Y pagaremos más de 35.000 millones de Euros el próximo año. Hemos absorbido los desastres de la banca española y ahora es nuestra la deuda. ¿a que es divertido señor Rato, Blesa… etc? Por cierto, ¿a quién le han preguntado para absorber esta deuda?


Son solo tres leves apuntes sobre el esquema que el gobierno ha diseñado para el funcionamiento del estado. Ni que decir tiene que las políticas de Cultura, I+D, Educación, Sanidad o Dependencia le importan un pito a estos señores en comparación con la enorme importancia que para ellos tiene ese ente llamado Mercado (y no me estoy refiriendo a Rosendo).


Han conseguido distorsionar de tal manera el modelo de convivencia, que ahora son las necesidades sociales las que han de ser sometidas en beneficio de la economía. En lugar de utilizar la economía para satisfacer las necesidades básicas del ciudadano.

Pero no se conforman con eso. Necesitan más. Para su desgracia sigue existiendo un modelo que todavía guarda algo de democracia. Cada cuatro años han de pasar un examen y por lo tanto no basta con engañar al ciudadano, además hay que convencerlo de lo contrario. Que todo lo que hacen es por tu bien. Que si, por ejemplo,  cotizas durante años y tienes la desgracia de ir al paro, ellos te lo pondrán más difícil cortándote el suministro en cantidad y tiempo, pero es por tu bien. 


Y para que esto funcione se necesitan actores, como el insigne Montoro.  Personajes hábiles en la dialéctica que consigan marear al personal con datos escogidos, con medias verdades, con fuegos de artificio que logren calar en la población e instalar en sus conversaciones frases como “todos son iguales”, “qué más da” o “esto no tiene remedio”.

¡Niego la mayor! Esto SÍ tiene solución, y comienza mandando a toda esta panda lejos de los órganos que regulan nuestro modelo social. 


Basta de troleros y de ineptos. Es el momento de ponerse a trabajar, de comenzar a vigilar al administrador, de exigir, de reprobar a aquellos que no cumplan lo prometido y cambiarlos por otros.  Y si esos otros fallan, se les cambia otra vez. Que nadie espere la llegada de un salvador porque, si Dios quiere, no va a llegar. Los salvadores somos nosotros, usted, yo, nuestros familiares y nuestros vecinos. Y será nuestra toda la responsabilidad de todo lo bueno y lo malo que logremos conseguir. 


Pero no todo está por hacer, algo hemos avanzado cuando una intervención como la de Montoro en su presentación de los presupuestos suscitaba dudas en el pasado, y ahora provoca risa. 


Ojalá esté próximo el día en que todos gritaremos juntos: “el rey está desnudo”



miércoles, 17 de septiembre de 2014

Espérame en el cielo (y a ser posible, espera sentado)







Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés, falleció hace unos días. Pero su alma no llegó al cielo de inmediato. Al parecer, abandonó su cuerpo en cómodos plazos. 


Por su parte, Emilio Botín expiró al alza. Batiendo todos los records habidos y por haber, se propulsó a gran velocidad camino de este apasionante nuevo negocio. Claro que, una vez en la puerta, tardó más de lo habitual en rellenar la preinscripción de nuevo socio porque quiso hacerse el listillo con San Pedro hablándole en inglés. El segurata no es un virtuoso en eso del manejo de la lengua de los protestantes.  En sus tiempos (de vivo, quiero decir) no se estilaba eso. Y Don Emilio, por mucho que se empeñe, tampoco pasa por autóctono de London.




¿Que cómo sabemos esto? Porque en todas partes cuecen habas (bueno, en todas partes donde tengan habas y algo para cocerlas) y nosotros, en un despliegue sin precedentes de tecnología punta (un vaso y una tabla ouija), hemos logrado contactar con una interesante tropa de confidentes etéreos. 

Este grupo de espíritus cotillas, coincidentes en el tiempo con Isidoro y Emilio en aquello de entonar el Chin Pum final, nos ha relatado lo acontecido en el paraíso tras la llegada de una generosa hornada de gente Vip. 


Advertimos de la posibilidad de que alguna de las transcripciones realizadas no sean del todo fieles al relato original de nuestros confidentes. Hemos de confesar que tuvimos algunos problemillas técnicos con el vaso de cristal empleado en la comunicación. Quizás resbalaba con demasiada alegría debido al uso que de éste hicimos como portador del contenido de tres botellas de Whisky. Eso sí, ningún animal resultó herido en el trascurso de la operación, que aunque no tenga nada que ver con el asunto, siempre queda bien decirlo.


Al grano, como diría un adolescente maqueándose la cara antes de salir. 
Una vez instalados Isidoro y Emilio en su parcelita celestial, y a la espera de la aceptación como socios eternos, reciben la visita de varios personajes. El primero en llegar, un ángel. 


Tocan a la nube. Toc, Toc (onomatopeya imaginaria y bastante alejada de la realidad) 
 
·         Emilio: Adelante, pase a nuestro despach… digo, a nuestro…. bueno, que pase coño (dice con ese tono amistoso y humanista que caracteriza a los hombres de poder)
·         Ángel: Con el permiso de Vuecencia
·         Emilio: A mí no me hables en latín que no entiendo un carajo
·         Ángel: ¿Cómo…? …ehhh… da igual. Que venía yo con la intención de darles la bienvenida al paraíso. Espero que ambos sean justamente juzgados por el Todopodero…
·         Isidoro: Oye, ¿Dónde te has agenciado eso que tienes ahí? (dice señalándole la espalda)
·         Ángel: ¿Esto?... son mis alitas. Para obtenerlas hay que trabajar muy duro. De hecho es necesario que….
·         Isidoro: que sí, que sí… pero ¿Cuánto te han costado? Porque, permíteme el comentario, son una chapucilla. El corte es feísimo, esa pluma blanca ya no se lleva, hombre de Dios (nunca mejor dicho)… y encima habrá pagado usted una pasta, así, a tocateja.
·         Ángel: hombreeee…. Desde un punto de vista metafórico, digamos que el pago ha de hacerse así, del tirón.
·         Emilio: Pues eso se acabó, amigo mío. ¿Por qué tiene usted que realizar tanto sacrificio cuando puede obtener lo mismo pagando un poquito más pero a largo plazo?… vamos, que lo puede pagar sin enterarse.
·         Ángel: ya,  pero es que las alas solo puede otorgarlas…
·         Isidoro: ¡Usted no se preocupe de eso! Mire, nosotros le vamos a conseguir unas alitas mucho mejores, de diseño, de Pret at Porter
·         Emilio: Eso, de los dos
·         Isidoro: y todo ¿a cambio de qué?... prácticamente de nada, amigo mío. En vez de realizar diez o veinte méritos para el Super, usted nos hace a nosotros treinta meritillos de nada… eso sí, en comodiiiiiiiiiisimos plazos. Eh, ¿qué le parece?
·         Ángel: Hombre, visto así… pero solo treinta ¿no?
·         Emilio: Nada hombre, nada… usted firme aquí y santas pascuas. A ver, que con eso de los intereses quien dice treinta dice… qué se yo, treinta y dos.


Antes de poder reaccionar, el mensajero de Dios, un angelillo de baja categoría, un soldadito raso del ejército celestial, había firmado su segunda sentencia de muerte. La que le condenaba a pasar la eternidad bajo el yugo del Capital-Celestial.




Rin, rin, rin, rin (Onomatopeya absurda, pues si en el cielo no hay puertas, lo del timbre ya clama al cielo… ¡anda!, qué bien traído)

·         Emilio: Paaaaaase. Isidoro, una cosa te digo. Nos tenemos que hacer con una secretaria esta misma semana. A mí esto de no tener quien me proteja la “puerta” me incordia very very
·         Isidoro: Pues he visto pasar antes a una rubia que nos iría muy bien… el problema es que no iba de blanco, vestía de rojo y me temo que…
·         Emilio: Tú no te preocupes por eso, decimos que la patrocina mi banco y a tomar por culo.
·         Papa: ¡¡¡A la buena de Diooooosss!!!
·         Emilio: ¡Mira quién tenemos aquí!, el viajero.
·         Papa: Don Emilio, Don Isidoro. Es para mí un placer darles la bienvenida. El jefe ha tenido el detalle de enviarme para informarles de que su aprobación como socios celestiales está prácticamente hecha.
·         Isidoro: Anda mira, qué bien nos viene usted. De eso mismo queríamos hablarle. Tenemos algunos flecos que queremos cerrar antes de la firma.
·         Papa: ¿Cómo dice…?  Pero… les están ofreciendo la eternidad en la gloria…
·         Isidoro: Siiii… si todo eso está muy bien, no vaya usted a creer que somos unos desagradecidos, ¿verdad Emilio?
·         Emilio: Nada más lejos de nuestra intención.
·         Isidoro: Sin embargo, nos gustaría proponer algunas ideas revolucionarias que a buen seguro van servir para que ganemos todos.
·         Papa: Si, pero… es que yo solo…
·         Emilio: No se me enrede hombre, que es muy sencillo. Vamos a ver, ¿usted tiene mano con el Jefe?
·         Papa: Hombreeeee… he sido su representante en la tierra, su mejor comercial, no le digo más.
·         Emilio: Y ya que ha tenido tantos años de trabajo y esfuerzo allá abajo, ¿no cree usted que se merece un descanso?... Dejen ustedes eso de la administración del cielo en manos de profesionales y dedíquense a disfrutar… ¡que se lo han ganado!
·         Papa: … la verdad es que unas vacaciones no me vendrían nada mal….



Unas horas después el Papa firmó una carta de apoyo a la externalización de servicios divinos, mientras se fumaba unos puros y se pimplaba una botella de Pipermín. Definitivamente, había decidido tomarse unas vacaciones.




Por último, Emilio e Isidoro recibieron una tercera visita. La más importante de todas.
·         Isidoro: ¡¡Ostiaaaaaaaaaaaaassss!!... ¿Pero tú, quien coño eres? ¿y cómo te atreves a entrar sin llamar?
·         Dios: SOY DIOOOOOOSSSSSSSS. NO NECESITO LLAMAR, ESTOY EN TODAS PARTES
·         Emilio: Me parece muy bien, pero un poquito de educación tan poco está de más…
·         Dios: EMILIO!!, MIRA QUE PARA NO TENER SEXO YA ME ESTAIS EMPEZANDO A TOCAR LOS COJONES
·         Isidoro: Bueno, hombre… o mujer… o lo que seas, no te pongas así. Nosotros solo queremos ayudar
·         Dios: QUE NO, QUE A MÍ NO ME LA DAIS. NO OS CREAIS QUE YO SOY COMO ESOS DOS INOCENTES A LOS QUE HABEIS EMBAUCADO…



No se sabe muy bien cómo terminó aquella conversación. Dios, que lo sabe todo, se percató de la presencia inadecuada de nuestros confidentes y les obligó a retirarse bajo amenaza de reencarnación en la próxima Belén Esteban. Lo único que hemos podido constatar es que en el cielo se han producido algunos cambios. Entre ellos, el más llamativo es la nueva forma en la que las almas llegan ahora a la gloria: lo hacen en unas escaleras mecánicas de color rojo.  



miércoles, 10 de septiembre de 2014

Sangre en Tordesillas





En “Umberto D.”, uno de los espléndidos films de Vittorio De Sica, un jubilado sobrevive en la Italia de postguerra con una pensión irrisoria y con la única compañía fiel de su perro Flike. Cansado de luchar contra todo, a punto de ser desahuciado de la habitación de una pensión en la que ha vivido durante  años, sin recursos para comer y con todos sus conocidos dándole la espalda, Don Umberto decide poner fin a su existencia.

Pero se encuentra con un inconveniente:  ¿Quién se hará cargo de Flike?

Paradójicamente, ésta traba es la que puede salvarle la vida.

La historia de Umberto me conmueve profundamente, pero he de confesar que es la presencia de Flike en la trama la que me parte el alma. Solo un genio puede conseguir lo que logra el cineasta Italiano en esta película: que la carga del mensaje de humanidad del film descanse sobre el “personaje” del perro.

Entiendo que aquellos que no han tenido la fortuna de convivir y amar a un animal, humanos aparte, no puedan llegar a entender el grado de comunicación que se establece entre dueño y mascota. Y menos aún, el convencimiento que se adquiere con el tiempo de lo equivocados que estamos, como especie, de nuestra superioridad sobre el resto de habitantes de este planeta.

Lo que jamás llegaré a comprender y mucho menos justificar, es el maltrato animal que algunos seres, encarnados en cuerpos humanos, muy poco evolucionados y faltos de corazón, ejercen bajo el amparo de tradiciones esperpénticas que forman parte de culturas que, como todas, tienen sus luces y sus sombras.

Especialmente dañinas y crueles son aquellas que someten al animal a un sinfín de castigos físicos con el único objetivo de divertirse a costa del sufrimiento ajeno. Y en eso tenemos en nuestro querido país una víctima predilecta, el toro.

De todas las atrocidades que se cometen en España contra este animal, desde las corridas al, desgraciadamente, tradicional Toro de la Vega, es posiblemente este último, resquicio del salvajismo patrio, el que se lleve la palma en cuanto a máximo exponente de la irracionalidad y bajeza humana.

No es admisible que en el siglo XXI, en el que hemos alcanzado un desarrollo técnico y científico lo suficientemente amplio como para empezar a dejar de recurrir al animal como herramienta de trabajo, que algunos traten de llevar el sentido de la existencia de otros seres a propósitos de diversión humana, sobre todo cuando esta diversión tiene como consecuencia o incluso está basada, en el sufrimiento del animal.

Muchos olvidan que la “superioridad” intelectual del humano sobre otros seres conlleva también una responsabilidad creciente a medida que evolucionamos como especie.

No se trata de caminar de puntillas mirando fijamente el suelo para no pisar jamás una hormiga, figura ésta que bien valdría para ilustrar y ridiculizar la imagen que los participantes de este tipo de fiestas tienen de los que defendemos los derechos de los animales, sino de aplicar una norma lógica y sencilla: “intenta hacer el menor daño posible”

Si matas un animal, por lo menos ten la decencia de comértelo. Dale un sentido a su muerte ya que no has sido capaz de respetar su vida.

No voy a entrar a debatir sobre el grado de sufrimiento que se infringe al animal en este tipo de eventos a los que me estoy refiriendo. Me niego a tratar de medir si es mucho o poco lo que padece un morlaco que se tambalea con los ojos perdidos, la boca ensangrentada  y el lomo hecho trizas a base de lanzadas. No necesito medir nada, lo estoy viendo, y sé que en esa imagen como mínimo sufren dos, él y yo.

No suelo hacerlo, pero en esto no voy a ser respetuoso con la opinión ajena. No es que quiera erigirme en abogado de los desamparados por una cuestión de “buenismo”,  la razón es mucho más simple y mundana: cuando se le infringe castigo al animal yo sufro, y no estoy dispuesto a dejar que otros me hagan sufrir. Como ven, es un asunto de egoísmo, puro y duro.

Reconozco que hay temas que consiguen sacar toda mi negatividad, de hecho me acabo de percatar de que he comenzado varios párrafos de este texto con la palabra “No”, pero tendrán ustedes que disculparme. Hay temas que me desquician, y saber que esta brutalidad está declarada Fiesta de interés turístico me pone de los nervios.

Si todo vale para atraer turismo (por cierto, vaya tipo de turismo el que acude para ver esto) propongo que se implante desde ya la caza del Ministro o el lanzamiento de Banquero. Verán ustedes que exitazo. Eso sí, después nos volvemos a las cavernas, de las que algunos no debieron salir tan pronto.

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