Madrid, Congreso de los diputados. Tras la entrada televisada de las tropas del
Teniente Coronel Antonio Tejero en el congreso, el país entra en un estado de
incertidumbre. Las señales de radio y televisión que llegaban desde el
hemiciclo han sido cortadas. Hasta dar por finalizado y fracasado el intento de
golpe de estado pasaron muchas horas.
He
aquí la “verdadera” historia de lo que allí ocurrió.
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¡Niño! (grita Tejero llamando a un soldado)
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Sí, mi Teniente Coronel (mira a su teniente
poniéndole ojillos)
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Anda tira pal bar y tráeme un Gin Tonic
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A sus ordenes (sale corriendo hacia el bar)
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(a voces para que lo oiga el soldado) Ahh, y tráete
un pañico pa limpiarme el tricornio, que no sé yo quien ha sido el gilipollas
que ha disparado encima mía… mira como se me ha puesto de polvo el gorrico.
Mientras, entre los escaños, los diputados conversan
agazapados entre los sillones.
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No seáis tontos, si así es mejor. No hay que
preocuparse de negociaciones ni de gaitas, mandamos unos pocos y los demás
obedecen y punto… bueno qué, ¿os apuntáis al golpe?
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Si hombre, llevo yo un dineral gastado en pelucas
para cambiar ahora de acera…(dice esto entre calada y calada)
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Coño Santi (dice Felipe), echa el humo pa otro lao que me tienes
el pelo que parezco un cenicero…A ver, Manolillo, si yo te agradezco la oferta,
pero es que se supone que dando un poco de tralla yo puedo acabar gobernando… y
el poder, es el poder.
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Bueno, bueno…eso ya se verá, que me han soplado a
mí, que el elefante blanco ese del que hablan es…
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(Suena una voz desde abajo) SHUUUSSSS!, a ver que
cojones pasa ahí, tanto bla bla bla… un poquito de formalidad, coño, que estoy
intentando dar un golpe de estado… es que ya no respetamos nada.
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(Llega corriendo el soldado) Aquí tiene su gin tonic
mi Teniente Coronel, bien fresquito como le gusta a mi Teniente C.; …Ah, y este
mensaje me lo han dado para usted.
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OKA, como dicen los americanos. Vamos por partes, lo
primero es lo primero (echa un buen trago y le devuelve el vaso al soldado)…
Aaaaa, ¡ojú que rico!… bueno, dame la notita niño… dice que…aaaa no siendo
posible…la la la…que si esto, que si lo otro… bla bla… (se pone rojo de ira y
grita)¡Me cago en la puta de oros que parió mi santa calavera!
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¿Algún inconveniente mi Teniente Coronel?
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(con tono irónico) No ninguno, es que me gusta
chillar cuando termino de leer… ¡tonto de los cojones!... anda, sal cagando
balas y tráete pa ca, “de ipso factus”, un teléfono.
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Mi Teniente C. con gusto lo haría, pero la telefonía
móvil aún no se estila
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Joder, es verdad, es que soy un visionario y vivo
adelantado a mi tiempo… bueno, pues localízame uno que tengo que hacer una
llamadica importante. Vamos, coño, hop hop, hop…
Entre las butacas del congreso el chismorreo
continúa.
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…que tampoco es que tenga yo unas ganas locas por
mandar oye, que si el problema es ese…
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No me seas cagao Leopoldo, tú has venido aquí para
salir presidente y lo vas a hacer aunque sea con lo pies por delante.
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…hombre, con lo pies por delante… tampoco creo yo
que haya que forzar tanto… Además, el presidente todavía eres tú.
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Si yo lo hariiia, Leopoldo, ¿te crees que a mi no me
gustaría jugarme la vida por España?, pues claro que sí, pero es mejor que lo
hagas tú, porque si te pasa algo, aquí
seguiré yo como representante legal y legítimo de los españoles.
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…ya, ya, si te entiendo, pero es que a mi que me
maten ahora no ve viene bien Adolfo, que tengo la casa empantaná con unas
reformillas que estamos haciendo.
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…Joder, Leo, para que te metes ahora en obras…
bueno, pues vamos a elegir a otro… a ver, a ver… ahhh, ya sé, ¿Qué te parece
Miguel?
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¿El catalán?... no sé yo si este va a estar
dispuesto…
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Que sí hombre, ya veras…
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(llama a Miguel Roca en voz baja) Ehhh,
Miquel..Eeeeeh.
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¿Qué quieres?
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Oye Miquel, ¿tú quieres pasar a la historia como salva
patrias?
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Y un cojón de pato, si quieres que alguien se
enfrente a estos lo haces tú, no te jode.
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Pero si mola mucho, deja que te cuente…
Mientras tanto, unas filas más arriba.
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Pues mira, ya que voy a morir, te voy a decir lo que
pienso de ti, Manolillo.
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Cuidado, que las palabras las carga el diablo (dice
Fraga)
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Calma señores, calma (intenta mediar Felipe)
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De calma nada, tu eres un rajao Felipillo, y tu ,
Manolete, eres un veleta disfrazado de demócrata, y cuando esto acabe voy a
contar tu…
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(Fraga se levanta de repente y llama la atención de
Tejero) ¡Teniente!, ¡Teniente!, aquí está Carrillo escondido!
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Será Joputa el tentetieso (dice Santiago mientras
tira de Fraga hacia abajo para volver a ocultarlo tras los asientos)
En
un despacho cercano, Tejero habla por teléfono.
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Si, si…si…ya pero….si….si, si, si…lo que…pero es que
todo esto lo hemos montado para que usted….ya…ya…si, ppero ¿no puede venir para sacarnos…?....ya….ya. Entendido, a sus
ordenes maj (pi pi pi pi)
Y va y me cuelga el muy… pues nada, sacabo la fiesta
*¿Puedo preguntarle que ha pasado mi queridísimo
Teniente Coronel?
* Si, hijo…resulta que…el elefante blanco no va a
venir.
* ¿Y eso?
* Cosas de mayores, ya lo entenderás algún día… o
bueno, a lo mejor no, porque no lo entiendo ni yo.
* ¿y ahora qué, mi Teniente C.?
* Que conste que te permito lo de C. por ser tú, que
si no te soltaba un par de hostias ahora que todavía tengo mando… pues verás,
ahora nos entregamos y salimos.
* ¿Y nuestro objetivo?
* No te preocupes hijo, hay muchas formas de darle
patadas a la democracia, ya verás como para el 2013 o así los nuestros han
inventado algo.
Nota Final:
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El soldado-hijo, que actuó como sirviente del
Teniente Coronel, se cambió de sexo unos años después y trabaja como camioner@,
llevando portes de norte a sur de la península. En el fondo de su corazón sigue
amando a Tejero.
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Adolfo y Leopoldo hicieron como si nunca hubieran
tenido esa conversación y trabajaron para autoconvencerse de que actuaron como
héroes.
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Felipe, Santiago y Manuel no pudieron mirarse a la
cara en mucho tiempo. Un tiempo después… tampoco.
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Miguel Roca le contó a sus amistades que él se
ofreció a enfrentarse con los golpistas aún a costa de su vida, pero que
renunció ante la insistencia de Adolfo.
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El Teniente Coronel Tejero salió de España ese mismo
día con la ayuda del Elefante Blanco. En su lugar metieron en la cárcel a un
doble que encontraron en las barranquillas, al que le extirparon el cerebro
para que se pareciese lo más posible al Teniente Coronel.
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El Elefante Blanco prefirió no volver a tocar el
tema. Su identidad sigue siendo un misterio…o no.