Entre ayer y hoy han ocurrido en Madrid dos hechos que en
principio nada tienen que ver y que sin embargo muestran dos formas muy
distintas de encarar los problemas: el concierto de Bon Jovi y la “subasta” de
la sanidad madrileña.
Vaya por delante que la música del “señor Jovi” no es santo
de mi devoción. Me divierten algunas de sus canciones de los primeros discos,
pero lo que llegó después no me interesa demasiado, cuestión de gustos. Pero lo
que quiero destacar es el detalle de regalar un concierto en el que iban a
llevarse lo comido por lo servido, es decir, ni un duro. Y todo porque
decidieron poner las entradas a precios populares por aquello de que el
bolsillo español suena últimamente con mucho eco. Es probable que la banda
estadounidense pensara que ahora era el momento de devolver algo de lo que
había recibido. En España venden bien y sus conciertos suelen ser rentables,
así que ¿por qué no tener un gesto con aquellos con los que me he
enriquecido?. El gesto les honra, y el
trabajo, más de dos horas y media dando todo lo que pueden dar, más aún.
El espectáculo fue entretenido y el ambiente muy húmedo, y
no precisamente por la cercanía del Manzanares, sino porque el ochenta por
ciento del público eran chicas. Las cosas como son, no tengo nada que reprocharles,
el tío es guapetón y para la edad que gasta se conserva muy bien. Un poco más y
me gusta hasta a mí.
Pero la fresca noche en el Vicente Calderón pasó y tras ella
llegó un nuevo día. Y con éste nos hemos levantado con la noticia del reparto del
pastel sanitario madrileño. Entre los premiados podemos felicitar a la
constructora, (sí, ha oído usted bien, he dicho constructora) OHL, dueña del
grupo Ingesan, También hay que dar la enhorabuena a El Corte Inglés, dueña de
Lecisa. Y junto a ellos, premio también para Sanitas y el grupo portorriqueño HIMA San Pablo, quien por
cierto ya ha anunciado su intención de hacer negocio con el llamado turismo
sanitario.
Mientras unos intentan echar una mano como buenamente saben,
pueden o quieren, ante la devastación de la crisis, otros se empeñan en apretar
mucho más fuerte el cuello de los ciudadanos, y no desaprovechan la ocasión
para hacer negocio con el mal ajeno. Estas empresas quieren lucrarse y para
ello tratarán de bajar al mínimo los costes y de conseguir el máximo beneficio.
Es el A B C del capitalismo. Pero esta “lógica” del capital aplicada a la
sanidad es la precuela de “Muerto por pobre”, próximamente en las mejores
salas…de espera.
Además, no existe un beneficio común que excuse esta medida.
El supuesto ahorro en el que se apoya la Comunidad de Madrid para perpetrar semejante
burrada, es sencilla y llanamente MENTIRA. Examinemos las cuentas de los
servicios ya privatizados en los nuevos hospitales y comparémoslos con lo que
habría costado siendo estos públicos. El ahorro es NEGATIVO, osease, que sale
más caro.
En todos los partidos cuecen habas, eso está claro, pero la
desvergüenza, caradura, y sobre todo falta de humanidad que está demostrando el
PP, sobrepasa mis peores expectativas, las que pronostiqué cuando Zapatero tuvo
la “gentileza” de pasarse al lado oscuro, logrando con ello que los tripulantes
de la Estrella
de la Muerte
se acomodarán en Moncloa. Sé que es una metáfora muy Friki, pero no me negará
que lo de la Estrella
de la Muerte viene
como anillo al dedo.
Las cosas se han puesto muy feas gracias a los dirigentes
que nosotros hemos puesto a dirigir, no olvidemos esto. Y un buen comienzo para
rehacer lo que estos inconscientes están haciendo, puede ser despedirlos con una
buena patada en eso que algunos llaman salvada sea la parte, y que yo llamo
culo. Me consta que no es la solución, pero sí el comienzo de ésta. Cuando
hacemos una obra hay que tirar tabiques y sacar los escombros antes de comenzar
a construir. Pues eso, hay muchos sacos de escombros que sacar y se necesitan
hombros para cargarlos. ¿Qué tal andas de la espalda?.
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