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viernes, 25 de julio de 2014

Víctimas y verdugos



 

 

En el extraño mundo del análisis de la vida, hay días que juegas con flores y otros con espinas, y hoy, es uno de estos últimos.

 

¿Les suena de algo el nombre de María del Carmen García? Así, a bote pronto no les dice mucho, ¿verdad? Sin embargo, si les recuerdo el caso de una madre que quemó al violador de su hija, y que a consecuencia de esto fue encarcelada, les va sonando más.

 

Es un tema muy desagradable, lo sé, pero necesito que juegue un poco conmigo para tratar de explicarle otra cosa. Ni siquiera es necesario que se meta demasiado en el papel, no hace falta que sufra, es más, será bueno que mantenga un juicio lo más visceral posible. Y sí, tal como se estaba temiendo, le voy a pedir que se imagine que es usted María del Carmen. Si decide seguir con la lectura entenderá a donde quiero llegar (o no), pero, si por el contrario, opta usted por evitar el drama (aún siendo éste imaginado) no tengo nada que reprocharle, probablemente yo, dependiendo del ánimo con que me hubiese levantado, haría lo mismo.

 

Muy bien valiente, ya veo que le va la marcha. Pues nada, vamos a trabajar.

Es usted la madre de una chiquilla de trece años a la que, por supuesto, ama profundamente. De pronto, un maldito día, un tipejo despreciable viola a su hija. Éste es condenado. Pero, por si el horror no fuera suficiente, al salir de la cárcel, el muy animal se dedica a provocarla y amenazarla disfrutando con ello.

Un día se topa de nuevo con él, vuelve a sufrir sus provocaciones y decide que no puede más. Se hace con un poco de gasolina, vuelve al lugar donde se encuentra el malnacido, lo rocía con el combustible y le prende fuego. El tipo muere achicharrado.

 

De acuerdo, ya está bien, ya le dije que no pretendía hacerle sufrir más de lo necesario. Sálgase del papel, por favor. Ahora le toca disfrazarse de juez. Tiene a la mujer delante de usted y le toca dictar sentencia. Dígame, ¿culpable o inocente?  Lo digo en serio, es usted el juez y puede condenarla o liberarla. Ser coherente con la ley o con lo que usted entiende que es justo. Puede hacerlo, hoy, en este rinconcito insignificante, le otorgo ese derecho.

 

No hace falta que me diga nada, no importa lo que haya decidido, sigamos.

 

Un chico Palestino de quince años se sienta a cenar con su familia, pero ese día no habrá cena. El ejército Israelí entra en su casa a golpes y masacra a su padre y a su hermano mayor en sus narices. No es nada “personal”, la guerra es así. Él se salva de milagro. Unas semanas después, se ha firmado una tregua, pero el chico pone una bomba en un control policial israelí y mata a dos jóvenes soldados (soldados que pertenecen al ejército que mató a sus familiares).

De nuevo es usted el juez. Dígame, ¿Culpable o inocente?

 

Una más.

 

La madre de uno de los soldados israelís muertos, recibe la noticia del asesinato de su hijo. Casualmente, en ese instante, trasladan al detenido que pasa frente a su casa. La mujer coge un revolver y dispara contra el chico Palestino. Lo mata.

 

De nuevo es usted, y solo usted, que por cierto no es Palestino ni Israelí, quien tiene que decidir. Adelante.

 

¿Culpable o inocente?

 

Los ejemplos son muy distintos, dirá usted. Es cierto, son circunstancias diferentes. Pero en las tres hay un denominador común y terrible: el autodestructivo peso del odio.

Antes de seguir adelante vamos a dejar algo muy claro. El juez desde que comenzó este artículo hasta que finalice es usted, no yo. No voy a discutirle su decisión ni las razones que le llevan a tomarla en ninguno de los casos. Puede hacer lo que quiera, desde liberarlos hasta condenarlos a muerte. Le repito, me da igual, allá usted. No quiero hablar (hoy) de justicia ni del sistema judicial. Quiero hablar del odio y de su terrible cómplice, la locura.

 

 

Cuando la violencia aparece y se materializa se producen dos cargas insoportables en la víctima, el dolor del acto en sí y la carga de odio que deviene de éste.

Es humano y lógico el sentirlo. Pero también es lógico y humano tratar de deshacerse de esta carga de alguna manera, y la única manera de hacerlo es el perdón.

Solo la victima puede romper la espiral a los abismos a la que le conduce el infinito resentimiento.

¡No es justo!, Cierto.

¡Hay que ser muy generoso para perdonar algo así!, Cierto.

 

Pero alguien tiene que frenar la locura de agredir porque ha sido agredido. Si no, llega un momento en el que todos tenemos un motivo para asesinar al otro. El círculo se cierra y todos seremos víctimas y verdugos a un mismo tiempo.

 

¿Les suena la situación? El problema de Palestinos e Israelís ya no es el territorio, no es la religión, no es la raza, es el odio. Lo demás es secundario y podrá solucionarse cuando estén dispuestos a negociar sin la intención de joder al otro. La serpiente ha crecido tanto que los ha devorado a todos, o gran parte de ellos.

 

El pueblo de Israel, en su mayoría, apoya los ataques asesinos de su todopoderoso ejército sobre escuelas, hospitales y casas de Palestinos.

El pueblo Palestino aplaude las acciones asesinas de Hamas.

 

Se están matando entre hermanos, porque aunque se les haya olvidado son hermanos, mientras los actores exteriores juegan con ellos para conseguir mantener la zona caliente y que no se pongan en peligro sus petrodólares.

 

Israel repite las injusticias que cometieron sobre su pueblo sin percatarse de que ahora los nazis son ellos. ¡Es terrible!, la serpiente se ha mordido la cola y ya no se sabe dónde está la cabeza. Es un círculo de locura.

 

Si te paras a escuchar los motivos de los ciudadanos de un lado y otro puedes llegar a entenderlos. De hecho todos los asesinos tienen motivos, aunque el motivo sea la locura, transitoria o continua, como en el caso del primer ejemplo que poníamos. Muy bien, ya sabemos cómo ha empezado, ya entendemos qué ocurrió, pero… ¿nadie quiere pararlo?

 

El odio, cuando se engulle, toma dos caminos siempre. Uno hacia fuera, el que trata de destruir al otro. Dos, hacia dentro, reduce el corazón, lo acorrala, lo silencia hasta convertirte en un loco. En un auto-destructor.

 

Todos los conflictos pasan, lo más terribles también. Pero para pasar página tienen que actuar las personas más grandes, las más elevadas, las víctimas que son capaces de perdonar. Ante ellos, y ante su dolor, yo me quito el sombrero y pongo rodilla en tierra. Se quedarán en el anonimato, lo verdaderos héroes siempre lo están, pero contribuirán como nadie a la mejora de la especie humana.

 

Ahora, si no ha entendido lo que acabo de decirle y es usted Pro Israelí, puede llamarme antisemita.

Si, no entendiendo nada, es usted Pro Palestino, puede llamarme nazi.

 

Y si es usted Esperanza Aguirre puede llamarme etarra, pero esto último me tiene sin cuidado, porque según ella, etarras somos casi todos.

 

miércoles, 16 de julio de 2014

La cocinera que salvó España







Agosto de 2014. Palacio de La Moncloa.

Tras el resultado de las últimas elecciones al Parlamento Europeo, y en vista de lo que pronostican diferentes encuestas, el presidente del gobierno decide organizar una reunión secreta de urgencia. A ella acude lo más granado de la élite político-empresarial española.
Cumplidos los protocolarios actos de bienvenida y tratando de restar la más remota impronta de oficialidad a la convocatoria, Don Mariano decide reunirlos a todos en la cocina (muy amplia, por cierto, y con mucha luz – como les gusta a las madres-)


Mariano – Ustedes saben, o no, para que les he mandado llamar. Pero si no lo saben, o no lo intuyen, lo van a saber a continuación… (Mariano dice todo esto sin despegar la mirada del folio donde lleva todo apuntado)

Felipe VI – (susurrando a LetiZia)  ¡Manda huevos que no sea capaz de hablar sin papelillo ni en estas circunstancias!

LetiZia – (golpeando a su esposo en el hombro) Shusssss, calla hombre, no jodamos nuestra nueva imagen de monarcas chachis

Mariano - …el caso es que vivimos tiempos complicados para el mantenimiento del estado de bienestar… de nuestro bienestar, quiero decir….

Ja ja ja… El grupo entero  rompe en risotadas ante la ocurrencia del “guionista” de Mariano (ya que la bromilla también estaba escrita)

Marhuenda – ¡Qué humor!, ¡Qué bien traído!... no solo es usted un mago de la política, tiene talento también para el espectáculo…ah, ah, ah..(gime mientras se restriega como un perrillo agarrado a la pierna (derecha, of course) del presidente

Mariano- ¡Vale!, ¡vale!, Francisco no hagas eso en público, coño, que me pones en evidencia… (por primera vez el gallego se sale del guión)
Marhuenda se separa obediente quedando a cuatro patas a los pies de su amo.

Mariano - … bueno, a lo que iba. La irrupción de Podemos en el...

Inda –¡ Terroristas!, ¡Bolivarianos!, ¡sangre, sangre, están manchados de sangre! (el pobre Eduardo grita en el suelo mientras se retuerce entre convulsiones. La babilla comienza a brotar de su boca)

Mariano – Me cago en la puta, vaya tropa, así no hay manera. Que alguien se lleve a este, por favor. (Mientras Inda es retirado por dos camilleros de la Cruz Roja, llamados por precaución por el equipo de gobierno, y es que a veces el gobierno acierta, aunque son muy pocas, Mariano reanuda el monólogo).  Miren, señores, les seré sincero (Mariano deja el guión sobre la mesa y, ¡oh, milagro!, decide improvisar)elllll….esteeeeeee….buenooooooo….ahhhhhh…lo queeeeeeeeeeeeeee…….. (tras unos segundos de brillante oratoria decide acogerse de nuevo a lo escrito) Circunstancias excepcionales requieren de medidas excepcionales….

Aguirre – (interrumpiendo a su, más que le pese, jefe)   Si, si, si… muy bonito querido, pero vamos a dejarnos ya de pamplinas y llamar al pan pan y al vino vino.

Mariano - ¡Viva el vino!   (Mariano vuelve a salirse del guión con un estilo muy personal, o sea, patético)

Aguirre – joder, no te suelto una hostia para que no digan que te pega una niña…

LetiZia- Bueno, niña, niñaaaa…lo que se dice niñaaaa

Aguirre – Anda la mosquita muerta, ¿a que me declaro mañana mismo republicana y os jodo el apoyo de la derecha NO moderada?

Felipe VI – No!,  Espe, por lo que más quieras. Ahora que somos chachis tu apoyo es importante…

LetiZia – Pues a mí me suda el coñ..

Rosell - …ehhh… ya está bien señoras!, estamos aquí porque tenemos una responsabilidad de estado para cuidar y custodiar las bases sagradas de nuestra democracia. Si me lo permiten, a mí me gustaría proponer dos medidas de aplicación urgente: Una, impedir por decreto ley que ningún presidente u ex presidente de la patronal pueda ser jamás imputado y mucho menos juzgado por un tribunal…

Gallardón – Uy, uy, uy… alguien huele a cacota por aquiiiiiii

Rosell – De eso nada señor Ministro. Yo soy un demócrata convencido y defiendo la independencia de poderes del estado. Ellos no me tocan a mí y yo paso de ellos. Independencia, su propia palabra lo dice… y por otra parte, como segunda medida urgente, propongo que se ilegalicen todos los partidos nacidos desde el dichoso 15-M… bueno y a Izquierda Unida también… y a los sindicatos… si , si… a los sindicatos los primeros, ellos son los que nos impiden crear un estado fuerte y competente…

Aguirre – No te embales Juan, que así se nos ve demasiado el plumero y luego pasa lo que pasa… que acaba saliendo un tío con coleta y…

Inda (desde una sala próxima, maniatado y con espuma en la boca, reacciona ante el comentario de Aguirre) ¡TERRORIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISSSSSSSSSSSSSTAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!

Aguirre – Animalico, ¿lo ves Mariano?, es que para hacer el mal no vale cualquiera, rodeándote eres único, hijo mío…

Mariano – Sí, eso mismo estaba yo pensando mientras te miraba…. En fin, antes de que me cortéis de nuevo con vuestras disputasss, os leo el plan: Primero, campaña de acoso y derribo a los partidos pequeños desde nuestros medios afines, es decir, todos menos los locos esos de internet y los cuatro descamisados de la Sexta. Dos, si esto no funciona, comenzamos a darle rienda suelta a nuestros perros de presa para que inventen, falseen, manipulen, tuerzan, mareen, etc., etc., cualquier tipo de información real o novelada. Y tres, si aún así el populacho no entra en razón, quemamos el congreso, decimos que han sido los rojos y proclamamos un gobierno de urgencia. Esto ya está hablado con Alfredo y no hay problema…
Botella (que no había intervenido hasta ahora porque estaba intentando abrir una lata de coca cola desenroscando la parte superior)  Pero, ahora en el PSOE manda un tal Pedro Sánchez…

Gallardón – Aaaaana, tú quédate calladita que lo de Pedro ya lo han hablado los mayores…

Botella – Vale Albert, pero ¿alguien tiene un sacacorchos para abrir esta lata?

Aguirre – Sí, Inda tiene uno. Anda, ve a buscarle.

Anita salió en busca de su amiguito muy contenta, dando saltitos, por fin iba a poder beberse su coca cola.

Felipe VI – Volviendo al tema, el caso es que a mí lo que propone Mariano me suena de algo… lo de la quema del parlamento y eso…

LetiZia – Claro, mi rey, te refieres a cuando los comunistas quemaron el parlamento alemán y Hitler se vio obligado a intervenir. Fue tal como te lo cuento, lo leí en un libro del famoso historiador alemán Cesark Vidalk

Mariano – Eso es. Pues atentos señores, porque puede que nos encontremos con el mismo caso y tendremos  que intervenir…

Felipe VI - …pero, ¿no has dicho tú antes que lo íbamos a quemar nosotros? Entonces, como vamos a acusar a…

LetiZia – Calla mi rey, tu deja a los mayores hablar de estas cosas y ve corriendo con Ana y Eduardo a contarles lo superchachis que somos ahora.


Unas horas después, y tras una cena como corresponde a la ocasión (es decir, llena de excesos, carísima y pagada por el estado) los miembros del comité de emergencia para la salvaguarda nacional se retiraron a sus casas. 
Afortunadamente, esa misma noche, Mariano dejó los papeles sobre la mesa de la cocina. Papeles que fueron utilizados por la cocinera para envolver pescado, y al día siguiente el Gallego, de memoria frágil (de ahí sus incumplimientos electorales) y de capacidades limitadas,  ya no supo como ejecutar su plan sin el guión pertinente.
¡Gracias a Dios.. y a la cocinera!

martes, 8 de julio de 2014

Del balonmano playa al "mamanding"






El deseo es el pilar fundamental sobre el que se sustenta toda campaña publicitaria. Y entre todos ellos, por aquello de la represión educacional (hablo en presente, no en pasado), el sexual es el más importante y efectivo.  

Nos fijamos en una marca concreta de champú, de detergente o de ropa no porque nos atraiga especialmente el producto en sí, sino por lo que nos reportará su adquisición como añadido: poder, fuerza, sensualidad, valor, aventura, determinación… etc., etc.



Cuando toda la sociedad se transforma en un gran escaparate, y eso es el capitalismo, los métodos de venta publicitaria se acaban imponiendo más allá de su zona natural de trabajo, saltando de las vallas publicitarias a los diferentes estamentos de la sociedad. 

Todo se vende, el reloj que luce un famoso en la portada del HOLA no está ahí por casualidad. El agua embotellada que consume un deportista mientras es entrevistado, tampoco. Y así, poco a poco, nos vamos acostumbrando a un escenario  en el que comprar y vender se convierte en el principal objetivo de todo ciudadano que aspire a vivir feliz… o eso cree él.



Una vez establecido el sistema y admitido por todos, pues es innegable el poderoso atractivo del mundo publicitario, comienzan a aparecer acotaciones. Dependiendo de las costumbres morales de la población en ese determinado momento, pues la moral del pueblo es tan cambiante como la moda, las barreras de lo permitido y lo inaceptable en lo que a publicidad se refiere van mutando de posición. Para entenderlo les pongo un ejemplo personal. Hace años escuchaba en la radio la publicidad de una marca de Brandy cuyo lema era” Brandy Soberano es cosa de hombres”, y lo que pensaba era algo así como “este licor tiene que estar fuerte, hay que ser puro macho para beberlo, ¡qué ganas tengo de poder beberme una copita!” ... ni rastro de controversia sexista.


¿Se pueden imaginar un lema así hoy día?  En efecto, sería tachado de machista e inaceptable y su carrera comercial sería muy corta. Pero no se engañen, no somos mejores como sociedad de lo que éramos antes, simplemente han cambiado las acotaciones de lo permitido.




Leo en la prensa de hoy una noticia: la federación española de balonmano playa femenino (deporte del que no tenía constancia) obliga a sus equipos a cambiar la indumentaria de juego.  De llevar pantalón corto y camiseta pasarían a vestir con top y braga de bikini. ¿Las razones? Según  informa el representante de dicha federación,  pretenden hacer el deporte más atractivo al público.


Está claro que aquellos que han de velar por el porvenir de un deporte han de hacer lo posible por convertir éste en algo lo suficientemente interesante, pero ¿a costa de qué? Si me quieres vender un juego que en principio no funciona, cambia las reglas, hazlo más rápido, más divertido, vende sus posibilidades… Si todo lo que se te ocurre es poner a las chicas lo más sexis posibles no me estás vendiendo el deporte, me quieres vender otra cosa. ¿Lo ven? Esto es el mundo de la publicidad en estado puro, lanzando sus tentáculos por toda la sociedad.


No pretendo con esto hacer un juicio para distinguir entre el bien y el mal. Sobre todo porque no soy capaz de saber si es bueno o malo, moralmente hablando, y siempre que las integrantes del juego lo acepten, que las chicas jueguen con mucha, poca o ninguna ropa. Pero a mí, que soy un mortal muy de andar por casa, cuando me mezclan puntos de atención, acabo por hacerme un lio y ya no sé si prestar más ojo a la pelota o a la cacha. ¿Les parece machista?, pues a mí no. Lo que sí me parece sexista es obligar a unas muchachas que quieren practicar un deporte a lucir sus cuerpos les guste a ellas o no, y todo ello con el fin de promocionar una actividad, y por ende engordar las arcas de una federación. El resto es juicio moral. Y ese, como decía anteriormente, es tan mutable como nuestra piel.  


Mientras, en Palma de Mallorca se ha puesto de moda otro jueguecito denominado “mamanding”. Éste consiste en realizar las máximas felaciones posibles a los clientes de un bar a cambio de una bebida.  Ha saltado a los medios de información por su, según citan estos, “marcado carácter sexista”, y no son pocos los estamentos y defensores varios del  “correcto proceder” los que han pedido su prohibición.  Seré sincero, no entiendo ni a los que piden que se impida esta fiesta de tragasables ni a los que la practican para conseguir una copa gratis. El espectáculo me resulta triste, preferiría que la gente se dedicara a tocar y ser tocado, donde y como quiera, a cambio de dar y recibir placer. Porque de otra forma se convierte en negocio, y teniendo en cuenta el paupérrimo premio, es además un negocio muy triste.



Las cosas nunca son blancas ni negras. Es imprescindible prestar atención a la escala de grises que cubre todos los aspectos de una circunstancia para tratar de alcanzar algo de luz, o por lo menos para no caer en juicios absurdos, injustos y temporales. No es bueno ni malo el desnudo, no es bueno ni malo practicar una felación en un bar a uno dos o mil hombres, no es bueno ni malo jugar en bragas o con armadura. La degradación es otra cosa. Implica una imposición o auto imposición con un fin económico o de castigo. Cualquiera de los casos citados anteriormente pueden ser degradantes o no. Depende  de la intención de los actores.


Y respecto al sexismo también me gustaría añadir algo. El 90% de la publicidad que usted ve, escucha o lee es profundamente SEXUAL. Es decir, le van a disparar sus argumentos a la entrepierna hasta para venderle una aspiradora. Esto es una cosa, y otra bien distinta es sexismo, que implica una discriminación por razón de género. Y sí, también la mayoría de la publicidad que usted consume es sexista. Pero sexista no quiere decir exclusivamente convertir a la mujer en objeto, también el género masculino ha sido llevado a este punto (bendita igualdad, ¿verdad?, por fin somos todos igual de absurdos) ¿o acaso se cree usted que colocan a George Clooney en un anuncio de cafés porque todos sabemos que es un gran bebedor de este producto?. No hija, no. Lo ponen en pantalla para provocar su baba, igual que hacen conmigo cuando aparece Gisele Bündchen anunciándome…. bueno, en realidad no tengo ni idea de lo que anuncia porque no he sido capaz de fijarme en eso.


Pero no se flagele por esto (salvo que encuentre gustillo en la acción), somos humanos y por lo tanto una parte de su nuestro ser es animal. Y si disfruta con el juego, fantástico.  Lo importante es que no se la cuelen. Que sepa a lo que juegan y a lo que usted está dispuesto/a a jugar. Esa es la clave. Solo con esto el invento se les va a pique. Pero para ello ha de ser un poquito más crítico con lo que ve, oye y lee, y un poquito menos moralista con lo que interpreta. 

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