Moncloa. 03:57 A.M.
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¿Un poco más de
Brandy, Alfredo?
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Venga, pero por
lo menos en esto sé generoso…
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Muy gracioso, a
que dimito y convoco elecciones.
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No jodas Mariano,
que no está el horno para bollos.
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Dímelo a mí. La
cosa se nos está poniendo muy fea. A Pedro J. lo tenemos perdido…
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…Por ahora, dale
tiempo…
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Eso es
precisamente lo que no tengo…bueno, tenemos.
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A mi no me metas,
yo ya me comí mi marrón con Zapatitos.
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Sí, pero esto es
peor, la gente se está dando cuenta de lo nuestro, y yo ya no sé que cara poner
para disimularlo.
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Indiferencia,
Mariano, indiferencia. Tenemos la obligación de mantener en secreto esto por el
bien de todos.
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Y de nuestro
futuro…
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También...
·
…Ya, pero…
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¿Qué?...¿que es
lo que te inquieta tanto? –dice Alfredo cogiéndole la mano-
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…pues que ayer…
parecía tan real todo aquello que me dijiste en el Senado…
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Vamos Mariano…no
digas eso, sabes que siempre soy muy flojito en las réplicas, se ha dado cuenta
hasta el grupo Prisa, yo más no puedo hacer.
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…Lo sé Alfredito,
lo sé, pero no te puedes imaginar lo sólo que me siento con tanto ataque.
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Siempre me vas a
tener ahí, por eso no te preocupes, pero es que…
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¿Qué?, ¿tu
también?
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Coño, Marianete,
no me negarás que has sido un poco cazurro en todo esto. Mira a la Espe, ¿es que no aprendiste
nada de ella?... si no es por lo que has hecho, al fin y al cabo ¿Quién no cae
en la tentación de vez en cuando?.
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Me he confiado
Alfred, lo sé.
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Ya te dije que el
Luis no era de fiar, que a las primeras de cambio se pondría a cantar.
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… Jo, con lo bien
atadito que lo tenía todo, como la he jodido.
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Y que lo digas.
De todas formas olvídate de eso, ahora toca aguantar mientras diseñamos una
campaña de lavado de imagen.
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¿mía o tuya?
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No empieces,
Marianín, ¿qué importa quien traiga el sueldo a casa?
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Alfredo…
·
¿Queeeee?
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… ¿Tu me quieres…
Llaman a la puerta.
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¿Quién será a
estas horas Alfredo? Tengo miedo.
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Tranquiiiilo,
hombre, es Rosa la he invitado yo.
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¿Rosa?, ¿pero tú
te has vuelto loco? ¡¡Es el enemigo!!
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Ves como no te
enteras de nada…
Alfredo abre la puerta.
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Hola Chicos. He
traído el perro, espero que no os importe.
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Mientras no se
mee en la alfombra. –dice Alfredo-
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Más debería
preocuparos lo que pasa debajo de la alfombra que lo que ocurre encima. Además
no os preocupéis que es muy obediente… ahora veréis….¡Cantó, haz tonterías!.
Obedientemente el perro
comienza a hacer todo tipo de idioteces.
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Mira que es tonto
este perro, Rosa.
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Alfredo, no te
metas con él, que es muy majo.
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Sí, si, lo que tú
quieras…Anda pasa al salón….pero, Mariano ¿Se puede saber que haces?
Asustado el pobre Mariano se
ha subido al sillón.
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¡A mí que no se
acerque esa fiera! ¡Y que no toque a mi Montorito!
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No te preocupes,
hijo, que Montorito no sale de debajo del sofá – le dice Alfredo ayudándolo a
bajar y a sentarse-
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Bueno, ¿y esta
que quiere? –pregunta Mariano de malos modos-
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Pues que va a
querer, su parte como todos.- responde Alfredo-
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Coño, a este
ritmo solo falta que vengan los rojos también.
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Eeeeeh, a esos ni agua.
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Pues como no
espabiles…-dice Rosa-
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Claro querida,
ahí es donde entras tú.- le dice Alfredo invitándola a una copa-
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¿Estas insinuando
lo que yo creo que estas insinuando? – Grita Mariano furioso-No pienso
compartirte con nadie.
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Vamos Mariano,
Rosa es como de la familia, y al fin y al cabo lo nuestro…
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¿Qué?, lo nuestro
¿Qué?
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No estamos
pasando un buen momento, y tú lo sabes. Venga hombre, déjate llevar, será
divertido…
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No sé, no sé. ..
Bueno de acuerdo, pero prométeme una cosa.
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Lo que quieras.
·
Prométeme que a
ella no la besarás.
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Está bien…
pasemos dentro, allí estaremos más cómodos.
Los tres se marchan del salón
dejando solos a los dos perritos. Cantó tratará de montar a Montorito, pero el
segundo le engañará vilmente haciéndole creer que follar consiste en meter la
pichurra en la chimenea. Por supuesto, Cantó le cree.
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