Seguro que como yo, usted también se lo ha preguntado alguna
vez: ¿el malo nace o se hace?. Si lo
tiene claro, enhorabuena, es usted un tonto redomado sin remedio y por ende
este tipo de cuestiones se la trae al pairo. Si por el contrario forma parte del
club de ignorantes confesos en el que tengo el placer de participar, la respuesta es: ¿…?, aunque también cabe la
posibilidad de que esta última respuesta sea también errónea o cuanto menos
incompleta. Ya sé lo que está pensando: “Este además de ignorante es socio fundador
del club de neuróticos anónimos”. Pues se equivoca de medio a medio, de
anónimos nada. De la sola observación he
podido deducir que la especie humana es una especie de especie demasiado
especiada como para que un espécimen como usted o yo seamos capaces de esparcir
todo su contenido sobre la mesa de operaciones y desentrañar el significado y
la razón de cada uno de sus comportamientos. No se apure, se lo resumo: que no
tenemos ni puta idea. Quizá amparados en este galimatías existencial, o tal vez
pertenecientes al grupo de humanos que tienen las respuestas claras, andan
desde hace tiempo por nuestros lares un nutrido grupo de personajes que se
pasean por la vida pública no sólo sin tratar de ocultar su afición a llevarse
al bolsillo la moneda ajena, sino además haciendo ostentación de ello como si
del más listo de la clase se tratara. El
“virus” que padecen se ha extendido por todas las altas esferas del país
dejando al descubierto, como en el cuento, que el rey iba en pelotas por mucho
que la masa alabara el traje. No sea mal pensado, si cree que lo del rey va con
segundas… acierta. Pero lo importante ahora no es llevarse las manos a la
cabeza y decir aquello de “¡¡¡cómo ha podido pasar esto!!!”, tal como suele
ocurrir a los que habiendo construido su casa al lado del río ven como un día
llega éste desbocado y se la engulle. Lo importante es proponer soluciones
reales, es decir SOLUCIONES LOCALES. Una triste pero acertadísima verdad es
aquella que afirma que el parlamento es
la representación del pueblo. ¿Qué los diputados son unos caraduras, unos
vagos, unos ladrones, unos malnacidos, unos ignorantes…?. Por favor, antes de
contestar recuerde la frase en negrita. Piénselo tranquilamente, con calma, reflexiónelo
con ahínco, yo me espero unos segundos… tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac….
¿Ya?, bueno pues ahora en vez de deliberar sobre todo
aquello que usted haría de ser diputad@, mejor concéntrese en todo aquello que
no haría. Sea sincero, por favor, tenga en cuenta que nadie le juzgará ya que
nadie puede entrar en su pensamiento. Bien, usted sabrá lo que ha respondido y
lo que responderán aquellos que se cuestionen esto mismo, pero no me podrá
negar, cuanto menos, que lo más urgente ha realizar en este país es
una cosa: AUTOCRÍTICA. La carencia de ésta nos ha llevado hasta aquí. ¿Cómo si no es posible que personajes de la
talla de Aznar, Botella, Rubalcaba, Bono, Almúnia, Aguirre, Gallardón, Figar,
Botín, Rato, Bárcenas… etc, etc manejen el poder del estado a su entero antojo con
el respaldo, y en muchos casos aplauso, de una mayoría?. No se trata de votar a
unos y no a otros por simpatía o antipatía, sino votar a
aquellos que creemos realizarán una política lo más cercana posible a la que realizaríamos
nosotros. Los problemas de la representación parlamentaria es la foto a gran
escala de los problemas a pequeña escala que vivimos cada uno de nosotros, y
sus excusas, escarceos, burlas, ineptitud, cara dura o estupidez es también la
nuestra. Por ello es imprescindible la revolución de los sótanos, es decir, las
soluciones locales. Intente desde hoy
olvidarse de arreglar el mundo y comience a mejorar SU mundo. Con sus vecinos,
con sus amigos, con su familia, con su tendero, con sus clientes… ¿De verdad
cree que si muchos comenzamos a hacer lo mismo esto no se verá reflejado en los
poderes del estado? Entonces, ¿a qué está esperando?. No, no me conteste,
mejor piénselo tranquilamente…. tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac,
tic, tac, tic, tac, tic, tac,….
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario aquí